Panamá: Reformas a la CSS: medidas de muerte

En el 2005 el pueblo panameño encabezado por Frenadesso (hoy Frenadeso), se lanzó a las calles a rechazar el proyecto de muerte que el Gobierno de Martín Torrijos-PRD imponía a sangre y fuego. Un proyecto que impuso las medidas paramétricas (aumento de densidad, cuota, reducción de pensiones, etc.), ante los mandatos de las instituciones de crédito internacional. No se trataba de las primeras reformas, desde los noventas se aumentó edad, se eliminaron jubilaciones especiales. Estas medidas se han acompañado de diversos intentos de los sectores empresariales para la privatización de los servicios de la CSS.

Aunado a ello, no podemos desconocer que la Caja de Seguro Social históricamente se ha convertido en ‘Caja menuda de los Gobiernos'. A ello se viene sumando el apetito vorágine de la patronal, que ve en la privatización (hoy bajo la forma de APP) la forma de hacerse de los recursos de los asegurados.

En estos momentos, la crisis provocada que atraviesa la Caja ha sido generada por la aplicación de las medidas neoliberales que han generado más desempleo, informalidad laboral y menores salarios, afectando con ello la principal fuente de recursos de la institución, las cuotas. Igualmente, los abusos de los Gobiernos y empresarios contra la CSS (retención de las cuotas obreras que no entregan a la institución), son las verdaderas causas de la situación financiera del Programa de IVM.

¿Qué se cuece en estos momentos? Uno, el paquete de fusionar la Caja con el Minsa, a fin de permitir que los fondos del Programa de Enfermedad y Maternidad pasen al Minsa, crea condiciones para la privatización de la salud a favor de complejos hospitalarios, laboratorios, distribuidoras de medicamentos y empresas aseguradoras. Esta es una propuesta de fusión y no de integración, como la quieren hacer ver, se trata del negociado que niega el derecho a la salud (‘Recomendación' del Banco Mundial).

Tal como ha denunciado Frenadeso, se trata de caerle a los fondos de la CSS. Por ejemplo, ya FCC (Véase Carlos Slim, quien en el periodo de Martín Torrijos promovió la telemedicina como forma de negocio con la salud) y Mapfre (Aseguradora Mundial), empresas implicadas en el caso de Odebrecht, se apoderan de Ciudad Hospitalaria y promueven al nuevo ungido como director de la Caja.

Dos, imponer reformas al Programa de IVM bajo las formas de medidas paramétricas que impulsa el FMI. Se trata de llevar a hombres y mujeres a la edad de 65 años y de allí hasta los 70, aumentar la densidad de la cuota de 240 a 300 cuotas, lo que implica más años para alcanzarla y la pérdida de 1.25 % adicionales por cada año laborado, con ello se da paso a otra de las exigencias del FMI, ‘cerrar la brecha'; es decir, reducir el porcentaje del retiro de 60 % a 40 %. Aunado al aumento de cuotas. Los bien mandados de Apede pretenden ir a una densidad de 300 cuotas y de allí a 340.

Sin lugar a dudas estas medidas niegan el derecho a la jubilación y colocan a los trabajadores del ‘trabajo a la tumba fría'.

¿De qué se trata? Otro gran asalto a los recursos de la CSS. Durante los últimos años se vienen cuestionando fuertemente las diversas gestiones que han administrado la Caja, producto de la cantidad de anomalías en el manejo de los recursos de la institución. Paralelo a ello, es evidente el deterioro creciente de la atención a los asegurados y sus beneficiarios: mora quirúrgica, desabastecimiento de medicamentos, insuficiencia de camas, limitados médicos por especialidad, demora excesiva para otorgar cupos de atención médica o para exámenes especializados, insuficiencia de equipos técnicos.

Tal como señalamos en el 2005, la ‘CSS es de los trabajadores y sus beneficiarios', lo que nuevamente nos colocará en las calles para impedir este nuevo paquete de reformas. Frente a la Ley de la Muerte, retomemos la Ley de la Vida.